Haciendo sombras.

Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set. Génesis 5:3

La palabra traducida semejanza significa "hacer sombra" (Diccionario Strong), reflejar la naturaleza del otro.

Set fue descrito como una "sombra" (semejanza) de su papá así como Adán fue descrito como una "sombra" (semejanza) de Dios, pero Adán fue creado con la eternidad de Dios y Set fue engendrado con la herencia del pecado. 

Todos heredamos el pecado de Adán en lo humano, pero al confesar a Cristo como EL SEÑOR heredamos su naturaleza espiritual, nos volvimos sus nuevas creaciones, sus hijos y sus "sombras" por lo cual somos santos  y en el cielo seremos perfectos y eternos.

Las sombras son un elemento sumamente interesante porque reflejan las acciones de su portador. En el boxeo los deportistas practican luchar contra su propia sombra, en las noches los niños juegan a hacer sombras con sus manos, los artistas usan la sombra de objetos pequeños para hacer grandes pinturas. La sombra siempre se sujeta al dueño o patrón de la misma, ella no rechaza imitar a su patrón, porque entonces no sería su patrón.

Pero si Dios nos dió la capacidad de hacerle sombras ¿Qué significa eso para nosotros? Pues imitar su carácter y forma de pensar, es decir, que cuando Dios y las otras personas nos vean puedan decir "de tal Patrón, tal sombra", disfrutar lo que Dios disfruta y rechazar lo que Dios rechaza. Así como un hijo apegado refleja las acciones y actitudes de sus padres, así una sombra refleja fielmente las acciones de su patrón.

Dios es santo y sabio, seamos obedientes y agradecidos porque nos ha dejado su forma de pensar en la Biblia y nos da el Espíritu Santo para poder vivir conforme a dicha sabiduría.

Que cuando nos vean a nosotros actuando, las sombras de nuestro Padre, se asombren de la grandeza del que es nuestro guía y Patrón, de aquel que reflejamos. Seamos santos como Él.

Hno. Reggie Coronado.

Dios te ilumine.